Tal y como concluye el estudio realizado por Girardi ,San Gily Santillán (2009):
...en el momento de dar una respuesta educativa, los docentes nos encontramos con falta de formación y escasez de información acerca de cómo tratar la cuestión con los chicos; a la vez que debemos respetar las creencias y el pensamiento de las familias de nuestros alumnos y considerar al mismo tiempo nuestra propia perspectiva.
...la mayoría de las veces los docentes no saben cómo ni de qué forma tratar este tema ante los niños, es decir, sin contradecir a las explicaciones de los padres o continuar con las respuestas habituales que les hayan dicho.
Por lo tanto, la solución podría radicar en que existiera una comunicación fluida entre el centro, los docentes y la familia, así como una coherencia con el currículum educativo de manera que los docentes se sintieran confiados e informados sobre cómo poder hacer bien su labor.
Además, sería conveniente facilitar recursos a los docentes para formarse específicamente en el tema, impartiendo charlas o talleres realizados por profesionales donde aborden sus propias preguntas sobre el tema, trabajen sus miedos y donde les diesen herramientas propias para responder o dar salida a las preguntas de los alumnos al respecto.
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